martes, 6 de diciembre de 2011

Viviendo según el cartel.


Hay un pequeño cartel de cartón, escrito a mano, colgando encima de las alitas de pollo humeantes, que dice: “LA VIDA ES LO QUE TE PASA MIENTRAS HACES PLANES PARA OTRA COSA”. El cartel, salpicado de aceite, gira lentamente bajo los rayos naranjas de las luces halógenas que mantienen la comida caliente. Una música de fondo apocalíptica berrea desde unos altavoces escondidos. Hay un chico delgado, de aspecto anémico, merodeando detrás de la barra con la gorra fuertemente encasquetada y las orejas de soplillo, rosadas y peludas. En cada oreja luce más aros que anillas en una barra de cortina y parece que le hayan sido insertados con un instrumento para marcar ganado. Su gorra negra dice “ALITAS” delante, “ALITAS” en blanco. El chico delgado está ocupado con el teclado del ordenador y el teléfono a la vez, aporreando las teclas marrones que repican y con el teléfono pegado al cuello. Otro teléfono suena a su lado para una entrega a domicilio y una chica joven, con la misma gorra y una cola de caballo balanceandose detrás, alarga el brazo por encima del chico delgado, y tira el teléfono al suelo. “¡Mierda!”, suelta y se agacha para cogerlo; lo coge del revés y se lo pega a la oreja. Se oye un zumbido; han colgado. Lo cuelga de un golpe.
-¿En qué puedo servirle? -me dice.
-Una ración de diez alitas, por favor.
-¿Qué salsa?
-¿Cuáles tenéis?
Me echa una mirada exasperada, como si estuviera demasiado ocupada para estar tratando con alguien que no se sabe los procedimientos.
-Está todo ahí, en la pizarra, en el cuadradito amarillo -dice-. Normal, medio picante, y picante picante.
-¿Picante picante? -pregunto.
-Pues sí. Es el doble de picante.
-Me quedo con la medio picante.
-Muy bien -dice mientras garabatea mi pedido y se lo pasa bruscamente a los dos chicos, también delgados con gorras negras y largos delantales, que se ocupan de las freidoras.
-¿Quién ha escrito el cartel? -le pregunto a la chica.
-No tengo ni idea -dice, todavía más molesta porque requiero su atención más allá de su obligación.
-Me gustaría conocerle.
-¿A quién?
-Al que escribió el cartel.
-No sé quién lo escribió -se queja.
-¿Lo sabe alguien de aquí?
Mueve sus anchas caderas hacia los dos cocineros delgados, fregándome la nariz con su cola de caballo.
-¿Alguien sabe quién escribió ese cartel? Hay un tío aquí que quiere saberlo.
-¿Qué? -preguntan los cocineros, casi al unísono, mientras sacuden mis alitas en el aceite chiporroteante y agitan enormes saleros y pimenteros de plata encima de todo el revoltijo.
-¿Quién escribió el cartel que cuelga de ahí? Este tío quiere saberlo.
-Yo no -dice uno de ellos, tirando mis alitas grasientas en un cestito de cartón blanco mientras el otro tipo les echa una masa gelatinosa por encima. La chica se vuelve rápidamente hacia mí.
-¿Para beber?
-Coca-Cola -digo-. Pequeña.
-¿Pepsi va bien?
-¿Es lo único que tenéis?
-Es lo único que tenemos.
-Entonces sí -acepto, y ella pone un vaso vacío en la barra delante de mí, y me acerca el cestito de alitas rojas.
-Son tres con cuarenta y siete -dice.
-¿O sea que nadie sabe quién escribió el cartel? -insisto, mientras busco mi cartera.
-Exacto. Nadie parece saberlo.
-¿A lo mejor fue alguien de otro turno?
-A lo mejor.
-Me gustaría hablar con esa persona, si fuera posible -le digo, dándole un billete de diez muy arrugado.
-¿Por qué?
-Me gustaría ver si la persona que escribió el cartel lo siente de verdad o habla por hablar.
-¿Sentir el qué?
-El cartel. El significado del cartel.
-Mire, no sé quién escribió el cartel, ¿de acuerdo? -me espeta mientras me da el cambio con actitud terminante.
-Bueno, ¿has notado si alguno de los empleados del otro turno es especialmente feliz? ¿Particularmente generoso y atento? ¿Optimista, incluso?
-No estoy en los otros turnos, estoy en éste -me contesta.
-Cierto, pero a lo mejor has oído hablar de esa persona. Probablemente a estas alturas es famosa. Divertida.
-¿Qué persona?
-La que escribió el cartel.
-Mire, señor, no sé quién escribió el cartel. Alguien escribió el cartel, pero no fui yo. ¿De acuerdo?
-Yo escribí el cartel -suelta el chico con la gorra calada y las orejas de soplillo, colgando el teléfono suavemente y rascándose el cogote.

(continuará, otro día)

malines

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sin vueltas. El mejor punk.



- Flema


Más feliz que la mierda
http://www.youtube.com/watch?v=GslF6rf4UMM
Si yo soy así
http://www.youtube.com/watch?v=ujrLfxHfEpg
Grande Angie
http://www.youtube.com/watch?v=tyuqpA_i3lA
El linyera
http://www.youtube.com/watch?v=8ghTTgckSms&feature=related
Nunca seré policia
http://www.youtube.com/watch?v=NvCMu1lURco


- Superuva

Domingo de pesca
- Demasiado tarde, 2 minutos

- Cuando yo esté muerto, Katarro Vandaliko

-El cielo puede esperar, Attaque 77

malines